El Prom, como le llaman por aquí, es una visita imprescindible, ya que es unos de los parques con mejores playas y más abundante vida salvaje de Australia. Allí pudimos ver montañas con forma de gorila (o eso me pareció a mí),
y enormes y desiertas playas,
como squeaky beach, la playa de las arenas cantarinas;
hicimos caminatas larguísimas bajo un Sol achicharrante, pero que merecieron la pena por las impresionantes vistas,
y vimos muchos animales como canguros, wallabís, wombats, emús y serpientes.
Otis se dedicó a perseguir a los canguros con gran regocijo. Afortunadamente no querían saber nada de él y se largaban corriendo a la mínima
De los wombats y los emús os hablo mañana.
2 comentarios:
Otis va a ser la envidia de sus compañeros del cole.
Jo! que gran diferencia con perseguir palomas en plaza catalunya........
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