lunes, 27 de octubre de 2008

Aves de Australia. 11) Masked Lapwing

El masked lapwing (Vanellus miles o avefría militar) también es conocido como "the Plover" que, según mi diccionario, quiere decir "el chorlito". Es muy común en Australia y lo podemos ver, en ocasiones, cerca de casa. Es más bien feote, con su máscara amarilla y sus patas largas. Tiene un canto algo tosco y es bastante huidizo. Pero en el fondo me gusta; es bastante majete. Suelen ir en parejas,


o solos buscando bichos durante la bajamar.

domingo, 26 de octubre de 2008

Brisbane

Para acabar las últimas vacaciones, después del glorioso episodio de las ballenas, pasamos un día tranquilamente en Brisbane, la capital de Queensland. Es una ciudad grande, sin impresionantes monumentos ni eventos históricos reseñables, pero muy agradable para perderse un rato.


Lo que más nos gustó es el CityCat, un medio de transporte público que permite desplazarte a lo largo del río Brisbane. Así se pueden ver los mejores planos del Central Business District,


y puedes darte una idea de lo bien que vive la gente en algunos sitios.


Por supuesto, en un ciudad australiana no debe faltar su jardín botánico, con esos enormes árboles devorados por raíces parásitas.
No es necesario que crucéis el globo para conocer Brisbane. Pero si algún día caéis por ahí os aseguro que pasaréis un buen rato.

Aves de Australia. 10) Cassowary

Como hemos llegado a las 10 aves voy a hacer una excepción, sin que sirva de precedente, a la regla de poner solamente fotografías de aves que haya visto en libertad. Pero es que este bicho es casi imposible de encontrar fuera de un zoo y es tan extraño que se merece una entrada en el blog.

Estoy hablando del cassowary (Casuarius), más concretamente del Casuarius casuarius, que es el que se encuentra en el norte de Queensland. Es el ave más grande de Australia y es una especie amenazada debido a la pérdida progresiva de su hábitat y a la colaboración de sus dos grandes enemigos, los coches y los perros. A pesar de que su futuro es más que incierto, se le ha clasificado como el ave más peligrosa del mundo y la más difícil de mantener en zoos debido a las lesiones que ocasiona a sus cuidadores.

Además de grande y agresiva se le reconoce por su gran cuerno, que le sirve para protegerse de los choques en la poblada selva tropical, por su cabeza azul, y por poner unos huevos enormes de color verde que incuba el macho.

A este ejemplar lo vimos en el zoo de Cairns y, todo hay que decirlo, no era muy simpático. Aunque, tal vez, si se le dejara un poco en paz se quejaría menos.

lunes, 13 de octubre de 2008

Pukes, lies and video-whales

Las pasadas vacaciones, después de nuestra estancia en Eungella, fuimos a Brisbane, la capital de Queensland. No teníamos demasiado tiempo pero quisimos ir a ver a las ballenas jorobadas, antes de que volvieran al Antártico.

Otis, como sabéis, cumplió 3 años un día antes de que saliéramos de vacaciones, lo cual es una putada pues hay muchos sitios done ya tiene que pagar a partir de esa edad. Con los aviones no hay manera de escaparse, pero en hoteles, autobuses o similares puedes decir que el niño todavía tiene 2 y no pasa nada. ¡Y haciendo eso nos ahorramos un pico!

Llegamos por la noche a Brisbane con la intención de arreglar el tour ballenero para la mañana siguiente, ya que el próximo día tendríamos que partir hacia Melbourne. Nos dijeron que no habría problemas. Pero, al levantarnos nuestro gozo se quedó en un pozo; no había plazas disponibles. Nos habíamos hecho muchas ilusiones, así que nos quedamos muy chafados. Por eso fuimos a la oficina de información turística a ver si había alguna otra compañía que zarpara por la tarde. Y, ¡albricias!, sí que la había. La chica de la oficina, muy amable ella, nos quiso arreglar el tour. Cuando nos preguntó la edad de Otis, Yolanda dijo rotundamente: "Dos". "¡Ay lo siento!", contesto la chica apenada, "con esta edad no pueden ir en el barco. Son normas de la aseguradora". "Joder, si Otis tiene 3 años. Sí que puede ir", pensó Yolanda. Pero no lo dijo, porque la vergüenza le pudo. Si es que para mentir hay que saber, y nosotros lo hacemos muy mal. Se acabaron las ballenas.

Por suerte, se nos ocurrió volver al hotel y pedirle al amable recepcionista que nos hiciera la reserva del tour usando otro nombre. Coló y nos fuimos a ver ballenas tan contentos.



Lo que Yolanda y Otis no recordaban es que eso de ir en barco y salir a la mar con el viento arrenciado no es tan agradable. Cuando perdimos de vista el rompeolas el barquito se empezó a mover como si de una cáscara de nuez se tratase. Todos acabamos malísimos, sobre todo el pobre Otis, pero mereció la pena. Sí, estuvo bien, porque pudimos ver a los delfines brincar persiguiendo el barco:


Como podéis ver en el vídeo el barco se movía muchísimo y era imposible sacar una foto o un vídeo en condiciones. Al poco tiempo aparecieron las simpáticas ballenas. Saltaban, enseñaban las aletas, se acercaban al barco con curiosidad. Es una lástima que no os pueda enseñar una buena muestra de lo que vi, pero a duras penas me mantenía en pie y cuando empezaba a filmar la ballena ya estaba otra vez escondida. Esto es lo mejor que pude captar. Después de esta secuencia me llamaron desde megafonía del barco para que me reuniera con Yolanda y Otis. Estaban envueltos en una toalla y bañados en vómito, pero contentos por haber visto a las ballenas.


Llegamos a puerto exhaustos y un poco malolientes pero contentos. Y es que eso de ver ballenas jorobadas no pasa cada día.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Aves de Australia . 9) Australian brush-turkey


También conocido como talégalo de Latham o Alectura lathami, tiene la cabeza roja y un vistoso cuello amarillo que cuelga como el de todos los pavos. Se dedica a comer lo que encuentra entre los matorrales y a mendigar con insistencia en las zonas de picnic. Nosotros lo vimos en Eungella y en las Whitsunday, pero no le dimos nada. ¡Qué se busque la vida!

martes, 7 de octubre de 2008

Estamos en crisis

Ya lo decían los Tarántula en 2006, pero ahora es verdad: ¡estamos en crisis! Da pavor ver las gráficas que enseñan por todos los lados; todo va para abajo. Sólo sube el paro y el precio de los limones. ¡Y es que esas gráficas! A ver si cambian la escala, porque la cosa ya marea.

Pero, al menos para mí, no todo es tan malo. No pretendo que os alegréis por mi, pero tampoco os va a pasar nada malo si sois más empáticos. Mirar la gráfica:
Representa el cambio del dólar australiano respecto al euro en el último año. Como podéis ver, la gráfica va para abajo, como casi todas, pero en esta ocasión significa que soy un poco menos pobre. Por poner un ejemplo, mi casa vale 1300 dólares al mes. En mayo eso suponía 800 euros menos de mi cuenta; ahora son 690.
Pues eso, ¡qué os alegréis por mi coño!

Spot the platypus!

Tras la estancia en las islas Whitsunday volvimos a Mackay. Nos alojamos en el Larrikin Lodge, una pensión de mochileros, en una habitación con litera y una cama y una pequeña puerta por la que se accedía a un habitáculo donde dormía otro inquilino. No estaban muy acostumbrados a ver niños, por eso nos trataron tan bien. Desde allí nos organizaron una estancia en el parque nacional de Eungella, incluyendo una visita guiada para ver al ornitorrinco o platypus.

Coincidiréis conmigo es que es un bicho extraño. Con pico de pato, patas planas, mamífero que pone huevos, venenosos. Merecía la pena la excursión. No creáis que es fácil ver un platypus, son animales muy huidizos. En Eungella son más fáciles de ver porque no huyen tan fácilmente, aunque hay que tener paciencia. Nosotros estuvimos casi 3 horas moviéndonos por el río Broken y observando sin hacer ruido. Esto es difícil si, además, vas con un niño de 3 años. Pero al final apareció. Y nos quedamos todos boquiabiertos obervando a este peculiar animal. Hacer fotos era casi imposible, pero pude conseguir este vídeo. La banda sonora corre a cargo de decenas de sulphur-crested cockatoos que estaban festejando.


Después de tan grata visión pudimos irnos a descansar a nuestra cabaña en el parque nacional, donde disfrutamos durante dos días de unas vistas fabulosas del valle del río Pioneer,

holgazanear merecidamente durante la noche,


y sudar la gota gorda durante el día para recorrer las mejores rutas de la selva tropical.


Además de unas magníficas vistas, me llevé de recuerdo una hermosa garrapata que me dejó una dolorosa roncha aunque, por lo que parece, no me ha transmitido nada malo.

lunes, 6 de octubre de 2008

Aves de Australia. 8) Rainbow lorikeet

El rainbow lorikeet (loro arcoiris o Trichoglossus haematodus) es muy común en la costa este de Australia, como tantos otros loris y loriquitos. De hecho, son tan frecuentes que los primeros navegantes europeos que surcaron el mar del Coral llamaron a esta región terra psittacorum (tierra de loros), como se ha visto en mapas del siglo XVI.

Suelen ir en grandes grupos, volando muy deprisa y haciendo mucho ruido. Como su propio nombre indica tienen colores muy vistosos. Los hemos visto en todas partes, incluso en el jardín de casa. Normalmente cuesta hacerles una foto ya que están escondidos entre las ramas,


aunque algunos están acostumbrados al personal y se dejan ver por si les cae algo.

domingo, 5 de octubre de 2008

El intrépido Otis

Otis se ha portado como un campeón durante estas vacaciones. Ha resistido sin rechistar todas las trapisondadas en las que le hemos metido. Ha viajado 4 veces en avión, 2 en autobús, 4 en barco (¡y cómo estaba la mar!), en coche, minibús; ha dormido en backpackers, en cabañas y largas siestas transportado en la mochila porteadora; se ha bañado en el mar, en la piscina, en un lagoon y en una catarata.


Ha hecho de todo. Y también ha practicado deportes de riesgo. Se ha tirado del tobogán acuático,



y ha hecho piragüismo.


Ahora de vuelta en casa se acabó la diversión, pero gracias a su regalo de cumpleaños podremos pasar de estas imágenes:
Otis cubo
a estas otras:

Aves de Australia.7) Sulphur-crested cockatoo

La sulphur-crested cockatoo o Cacatua galerita, llamada así por su cresta amarilla, es fácil de encontrar en Australia. Suele ir en grupos, es muy ruidosa y es famosa por destrozar los cultivos. Supongo que los agricultores no le tienen mucho cariño, pero a mi me gusta. Es impresionante verla volar en grupos y oir el estruendo que causan cuando se pone el Sol.

Nos la hemos encontrado en diversas zonas de Queensland con frecuencia, pero en ocasiones también aparece en el parque de al lado de casa. También se ve picoteando en los campos cultivados, y recogiendo los bichejos que aparecen cuando se recoge la caña de azúcar.


Son bichos muy listos y por eso son grandes estrellas del mundo del espectáculo. En los zoos hay que tener cuidado porque tratan de birlarte lo que pueden,


y bien aleccionadas pueden hacer maravillas.

Las islas de Pentecostés

Dicen que el capitán James Cook navegando por la costa este de Australia en 1770 se encontró con unas islas el domingo de Pentecostés, por lo que las llamó Whitsunday. Pero hay que remarcar, como bien me ha recordado mi amigo Diego, que antes que él llegaron navegantes españoles y portugueses.

Las Whitsunday son un grupo de islas que están en el norte de Queensland, cerca de Mackay. Son un típico destino turístico para australianos y allí pasamos 3 días durante las últimas vacaciones, concretamente en la isla South Molle. El turista normalmente coge un avión hasta la isla Hamilton y desde allí un barco le lleva hasta la isla donde se aloja. Pero nosotros, dado nuestro trapisondismo, volamos hasta Mackay, cogimos un autobús hasta Airlie Beach y de allí nos fuimos en barco hasta la isla. O sea que llegamos agotados.
La isla era muy bonita y esta vez hizo buen tiempo. Así pudimos disfrutar de la playa, la piscina y el jacuzzi (si bueno, es que no somos del todo trapisondas; somos pseduotrapisondas).
Y no nos conformamos con eso. Nos pusimos a caminar por la isla, mochila en ristre, para encontrar las mejores vistas,
las playas más recónditas
y los mejores rutas atravesando la selva tropical.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Daylight saving time

Ya hemos vuelto de nuestras cortas y merecidas vacaciones. Hemos visto animales, surcado los mares, gozado del Sol y muchas otras cosas que os contaré en breve.

Aprovecho para hablaros del daylight saving time u horario de verano como se llama en España. No, no voy a decir si es bueno o malo, si nos va a trastornar nuestro maltrecho reloj biológico o si los abuelos de España no van a poder pegar ojo en las 4 semanas siguientes al ajuste horario. Tan sólo comentaros que en Melbourne tenemos un adelanto de 8 horas respecto a España. El próximo 5 de octubre cambiará la hora aquí, con lo que la diferencia será de 9 horas. Y unos días más tarde, el 26 de octubre, lo haréis vosotros, con lo que nos separará la friolera de 10 horas. Nada más que eso. Que lo tengáis en cuenta. Y que cada día que pasa, los días aquí son más largos y calurosos, y allí más fríos y cortos. Lo cual me llena de orgullo y satisfacción.