lunes, 13 de octubre de 2008

Pukes, lies and video-whales

Las pasadas vacaciones, después de nuestra estancia en Eungella, fuimos a Brisbane, la capital de Queensland. No teníamos demasiado tiempo pero quisimos ir a ver a las ballenas jorobadas, antes de que volvieran al Antártico.

Otis, como sabéis, cumplió 3 años un día antes de que saliéramos de vacaciones, lo cual es una putada pues hay muchos sitios done ya tiene que pagar a partir de esa edad. Con los aviones no hay manera de escaparse, pero en hoteles, autobuses o similares puedes decir que el niño todavía tiene 2 y no pasa nada. ¡Y haciendo eso nos ahorramos un pico!

Llegamos por la noche a Brisbane con la intención de arreglar el tour ballenero para la mañana siguiente, ya que el próximo día tendríamos que partir hacia Melbourne. Nos dijeron que no habría problemas. Pero, al levantarnos nuestro gozo se quedó en un pozo; no había plazas disponibles. Nos habíamos hecho muchas ilusiones, así que nos quedamos muy chafados. Por eso fuimos a la oficina de información turística a ver si había alguna otra compañía que zarpara por la tarde. Y, ¡albricias!, sí que la había. La chica de la oficina, muy amable ella, nos quiso arreglar el tour. Cuando nos preguntó la edad de Otis, Yolanda dijo rotundamente: "Dos". "¡Ay lo siento!", contesto la chica apenada, "con esta edad no pueden ir en el barco. Son normas de la aseguradora". "Joder, si Otis tiene 3 años. Sí que puede ir", pensó Yolanda. Pero no lo dijo, porque la vergüenza le pudo. Si es que para mentir hay que saber, y nosotros lo hacemos muy mal. Se acabaron las ballenas.

Por suerte, se nos ocurrió volver al hotel y pedirle al amable recepcionista que nos hiciera la reserva del tour usando otro nombre. Coló y nos fuimos a ver ballenas tan contentos.



Lo que Yolanda y Otis no recordaban es que eso de ir en barco y salir a la mar con el viento arrenciado no es tan agradable. Cuando perdimos de vista el rompeolas el barquito se empezó a mover como si de una cáscara de nuez se tratase. Todos acabamos malísimos, sobre todo el pobre Otis, pero mereció la pena. Sí, estuvo bien, porque pudimos ver a los delfines brincar persiguiendo el barco:


Como podéis ver en el vídeo el barco se movía muchísimo y era imposible sacar una foto o un vídeo en condiciones. Al poco tiempo aparecieron las simpáticas ballenas. Saltaban, enseñaban las aletas, se acercaban al barco con curiosidad. Es una lástima que no os pueda enseñar una buena muestra de lo que vi, pero a duras penas me mantenía en pie y cuando empezaba a filmar la ballena ya estaba otra vez escondida. Esto es lo mejor que pude captar. Después de esta secuencia me llamaron desde megafonía del barco para que me reuniera con Yolanda y Otis. Estaban envueltos en una toalla y bañados en vómito, pero contentos por haber visto a las ballenas.


Llegamos a puerto exhaustos y un poco malolientes pero contentos. Y es que eso de ver ballenas jorobadas no pasa cada día.

6 comentarios:

Centauro Del Desierto dijo...

Se podría titular:
"Cuenta cuando me vomité".
De todas maneras, pese al arroje, me parece un buen asunto ir a ver las ballenas estallarse las jorobas contra la superficie del mar.
Muy bien.

Anónimo dijo...

Quien saca las fotos cuando salís toda la família junta?
Estais hechos toda una familia trapisondista, estoy muy orgulloso.

Plantígradista

Marisa Jiménez Baños dijo...

mi madre para ahorrarse 40 pts del billete de renfe, decía que tenía 3 años en vez de 4. Y yo que estaba muy educadita en no decir nunca mentiras, no entendía nada y le decía a mi madre y al revisor: no que tengo 4 y medio...

La cara del pobre otis despues de la trallar es para morirse de risa.... parece que lo hayais subido a la joroba de la ballena y haya hecho un rodeo por el pacifíco. un besote

Anónimo dijo...

Bueno, como ya estáis implicando al Otis en vuestro trapisondismo, quizá sea momento de que le expliquéis algo más:

http://www.drugfree.org/Parent/YourChild/Articles/Preschool.aspx

Si aún os parece pronto, traed unos cleaning supplies por lo menos.

Anónimo dijo...

hola

Dr Otis dijo...

Muchas gracias por vuestros comments. Si ponéis el nombre (o un apodo reconocible por mi) os lo agradeceré todavía más.