La ópera de Sydney es el típico edificio que todo el mundo ha visto en fotos, así que parece que ya te lo sabes de memoria cuando vas a visitarlo. Pero, ¡qué va! No se parece en nada a lo que ya había visto. Me gustó mucho y no paré de hacerle fotos. Además, cambia mucho su aspecto según desde donde la veas o en función de la posición del Sol.
Una cosa que me ha soprendido de Australia es la cantidad de edificios masónicos que se ven. Se ve que la francmasonería es un movimiento de gran calado en este país. Unos de los edificios más grandes del CBD de Sydney es este templo.
También nos gustó el Harbour Bridge
y pasear por The Rocks.
Otis, por su parte, se lo pasó pipa en el acuario viendo multitud de enormes tiburones y toda la troupe de Buscando a Nemo.
Otis, por su parte, se lo pasó pipa en el acuario viendo multitud de enormes tiburones y toda la troupe de Buscando a Nemo.
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