domingo, 28 de diciembre de 2008

I'll wait for you

Un boomerang vuelve a su punto de partida tras ser lanzado. Aunque la palabra procede de los aborígenes de New South Wales, parece que artefactos similares se utilizaban en buena parte del mundo en tiempos prehistóricos. El otro día lancé uno y todavía estoy esperando a que vuelva.

Bueno, es que eso del boomerang es todo un deporte hoy en día. Los hay de todos tipos, tamaños y colores. En Australia se venden como souvenirs, ya sea de los producidos en masa (probablemente en China) o los algo más selectivos que han sido pintados por aborígenes con muy poco aspecto de aborigen y usando técnicas muy poco aborígenes. También venden otros para niños que tienen el aliciente de que han de ser decorados. Traen 4 botes de pintura: blanco, negro, rojo y amarillo. No sé si sabéis que estos tres últimos son los colores de la bandera aborigen de Australia, una de las oficiales de este país junto con la Torres Strait Islander y la más conocida que lleva el Union Jack.

Pues bien, éste boomerang para decorar ha sido uno de los regalos de Otis para estas fiestas. Disfrutó mucho pintándolo y tuvo la paciencia necesaria para esperar a que la pintura se secase antes de empezar a usarlo. El resultado lo tenéis aquí debajo. Por cierto, que sepáis que ningún animal ha sufrido ningún daño por el uso de nuestro boomerang.

PD. Este post está dedicado a Seymour, de ahí el título.