martes, 16 de diciembre de 2008

Actualización

Ni estamos muertos ni estamos de parranda. Tan sólo procrastinamos, esperando a que un día el Sol nos alegre la cara. No ha pasado mucho y por eso he escrito poco. Pero algo nuevo sí que hay. Os cuento.

1. El tiempo en Melbourne es una pesadilla. No sé si recordáis cuando anunciamos la llegada de la primavera. Estábamos tan contentos de poder ir en manga corta, pasear en bicicleta, hacer un picnic en el parque o desayunar en la terraza. Muchas de estas cosas no las hemos podido volver a hacer desde entonces. En lugar de mejorar, el tiempo ha ido empeorando. ¡Y dicen que estamos en verano! De verdad, si queréis pasar un fin de semana en Melbourne, de acuerdo. Pero que nadie se plantee esta ciudad como destino vital. Es insufrible. Prefiero antes vivir en Siberia, donde al menos uno sabe a qué atenerse. Y si le preguntas a los lugareños te dicen: "That's Melbourne!", y todo arreglado. ¡Ah sí!, ¿"that's Melbourne"?. Pues menuda puta mierda.

2. Hemos hecho una visita relámpago a Sydney parando en un par de parques nacionales por el camino. Una maravilla. Australia es naturaleza, señores. Si no fuera por el clima y por los australianos sería un paraíso. Reportaje gráfico en breve.

3. Nuestra amiga Cris ha venido de visita. Gracias a ella, que conduce, hemos podido ver una pequeña parte del interior de Australia. Y haremos más escapadas en breve, siempre que no esté todo ocupado y re-reservado, ya que está todo dios de vacaciones.

4. Otis ya acaba la guardería. Como no podría ser de otra manera, las guarderías de Australia son un infierno. Caras, con personal muy cambiante, y tratando a los niños como bebés a pesar de que tengan 3 años. Por no hablar de la dieta a base de fairy bread y vegemite. No estamos nada contentos, pero al menos Otis se lo pasa bien, que es lo importante. Hoy tenemos la fiesta de despedida. Ya colgaremos alguna foto.

5. Ya tenemos fecha de vuelta. El 16 de febrero regresamos a Barcelona. La verdad es que ya tenemos ganas. Hemos disfrutado mucho por aquí (aunque parezca lo contrario a estas alturas del post), pero ya hace días que tenemos la cabeza más puesta en el retorno que en los días que nos quedan aquí. Tenemos algunas excursiones pendientes, pero la mayor parte de ellas quedarán descartadas. ¿Os he dicho que viajar por Australia es terriblemente caro? ¡Si hasta los mochileros pagan con Visa! Pues eso, ahora tenemos que desmontar nuestra casa, intentar colocar muebles y trastos, tirar muchas cosas, arreglar fianzas y recibos pendientes, ver qué llevanos y qué no, comprar algún que otro souvenir. Y después, encontrar piso en Barcelona, colegio para Otis, volver a trabajar, hacer un sinfín de fiestas de bienvenida (espero), reencuentros familiares. Todo un tute el que nos espera en los próximos 2 meses.

6. Ya os comenté que lo más frustrante de mi estancia aquí había sido el trabajo. No ha cambiado nada desde entonces. Ha sido igual o peor en los últimos meses. Ahora me quedan unas pocas semanas en las que casi todo el mundo estará de vacaciones. Intentaré sacar algo de provecho, aunque es más que dudoso.

7. Las noticias que me llegan de España no son nada halagüenas. El paro aumenta, las empresas cierran y parece que todo el mundo está con el agua al cuello. Al menos, mis amigos hipotecados podrán respirar un poco más aliviados, ya que después de la orgía bancaria de hace unos meses, parece que la cuota mensual se va a reducir significativamente. Me alegro. Pero que nadie se lleve a engaño, la hoja de ruta de la explosión de la burbuja sigue inalterable.

8. Estamos ya en verano y hoy vuelve a ser un día nublado, con lluvias racheadas, temperatura máxima 19º, mínima de 13º.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego que mas negra no has podido hacer la cronica. Casi que estoy a punto de cambiar el vuelo de tan desgraciada que me siento!!! Anda pon alguna fotico a ver si lo alegras un poco.

Anónimo dijo...

Joder macho, que negro te veo, parece la cronica de una muerte anunciada. No se con que punto quedarme...

Centauro Del Desierto dijo...

Menuda bazura dan a los niños para merendar, macho. País de mierda.