A 5 minutos de casa tenemos un parque la mar de majo donde pasear, con riachuelo y puente incluido.
Otis aprovechó para cultivar algunas plantas.
Y también encontramos un tobogán gigante. A pesar del jet-lag Otis se atrevió a montar. Afortunadamente, aunque la foto engañe, la pendiente del tobogán era mínima y la velocidad de caída era inferior a 1 km/h.
1 comentario:
Veo que os estáis adaptando, ¿Ya habláis bien el asturiano?
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