martes, 12 de agosto de 2008

Singin' in the rain

Podría aprovechar el titular para hablaros del tiempo en Melbourne, pero me parece que ya he abusado bastate del tema. Tan sólo diré que gracias a la meteorología creo saber porque establecieron los ingleses su principal colonia en Australia. Cuando llegaron y vieron esa niebla perpétua, frío, lluvia todos los días, pensaron: "¡coño, si estamos en casa!".

Pero no. Lo que quiero es hablar de los juegos olímpicos que se celebran en Pekín, si se me permite este arcaico topónimo. Concretamente de la ceremonia inaugural. He de decir que me aburrió soberanamente, aunque parece que encandiló a todo el mundo. No soy muy de ceremonias, pero me he tragado unas cuantas. Y ésta se me atragantó.

No critico que consideren espectáculo a la enésima repetición de ciertas manifiestaciones artísticas ejecutadas por clones perfectamente sincronizados. Simular fuegos artificiales por ordenador y pretender que sean más reales añadiendo fingidos gritos de admiración de un público bien aleccionado es parcialmente perdonable. Fue algo bochornoso ver a Li Ning encender el pebetero colgado con cuerdas. Además del esperpento, el hecho me recordo que el tiempo no pasa en balde. Li Ning, el gran héroe de Los Ángeles 84. Pero eso no fue lo peor.

Como Debbie Reynolds en Cantando bajo la lluvia, Yang Peiyi cantó entre bastidores la Oda a la madre patria que se escuchó en el estadio olímpico. No le vimos a ella sino a otra niña más mona. Yang Peiyi, la niña de la izquierda, fue descartada por su cara regordeta y sus dientes poco alineados.
Pero ella no es Debbie Reynolds, es una niña de 9 años. Lo que igual no saben los miembros del comité olímpico chino, o cualquier otro malnacido al que se le haya ocurrido semejante desfachatez, es que el dúo Milli Vanilli acabó como el rosario de la Aurora y que Debbie Reynolds hizo muchas películas pero Jean Hagen sólo pudo ser Lina Lamont.
Por eso les regalo mi desprecio más absoluto. Y Yang, tranquila, que ya se ha corrido el telón y todos hemos visto quién era la niña de la maravillosa voz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Guapo, es un poco cursi pero te ha quedado muy bonito. Petons

Dr Otis dijo...

Por lo que he leído por ahí el Gobierno chino ha declarado que su objetivo es hacer de Pekín 2008 los 'Juegos sin errores' (la niña fea era un error ¡eh!, malditos cerdos). Tal vez deberían aprender del creador de la puerta de Yomeinon de Nikko:

Nikko - Yomeimon

Vean las cuatro columnas del Yomeimon de Nikko en esta magnnífica fotografía:

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/0d/Nikko_Toshogu_Yomeimon_Kagura_M4482.jpg

Si amplían, fíjense en la talla de las columnas. Comiencen por la columna que tenemos más próxima al punto de mira. El dibujo es la cara sintética de un mono.

Fíjense cómo, de las dos columnas centrales, la de la derecha, tiene el dibujo invertido.

Es intencional.

El creador del Yomeimon quiso expresar que hay imperfecciones, incluso, en el lugar más perfecto del mundo ("NIKKO wo minakereba KEKKO to iu na"... no digas KEKKO hasta que no hayas visto NIKKO).

(sacado de http://www.laplaza.info/blogs/gbernardos/2008/06/10/trichet-lo-esta-haciendo-bien.html, espero que con el permiso de mi admirado pisitófilos creditófagos)

Anónimo dijo...

¿Pero que te ha ocurrido? ¿Estaba en mal estado la lata de koala en escabeche?

Dr Otis dijo...

Tiene que ver con que es invierno. Es que como tú vas todo el día en camiseta te has olvidado de lo triste que es el frío atizándote en la cara. Y, además, tiene que ver con que el tio causante de mis penurias laborales australianas es de origen chino. Así que por uno me como a 1500 millones. ¿Has visto?

Anónimo dijo...

Ah, bueno... pensaba que estabas intentando probar a ver si te contrataban en Libertad Digital o algo...

Lo del frío, no me he olvidado, que he estado de visita en Iruña y ahí ya se ha acabado el verano. Y con eso no me das nada de pena, sino envidia. Ya te llegará el verano y te sudarán los huevos, ya...